jueves, 24 de septiembre de 2009

De 2 en 2..


Sin el más mínimo sentido de la lógica (ni de la teoría de los conjuntos) he pasado estos días renegando de mi número actual (No.61) y evocando con dos pulgares arriba a varios números que ya han pasado por la recta numérica de mi algebraica vida.

No es que sea paranoica y mucho menos exagerada, pero creo que mi número actual goza restándome de 2 en 2 todos los días (si me descuido en cualquier momento me multiplica por cero) y tengo que volver a empezar… así que de muy mal humor (pero muy mal humor) comienzo a contar con ganas de darle con el ábaco en la mitad de la cabeza y cuando este bélico pensamiento desaparece con las décimas de tolerancia, comienzo a reír otra vez, tanto, tanto que sin querer comienzo a sumar otra vez y a olvidar mis números inolvidables!


PD Cuantos signos tengo que romper y cuantas divisiones, tengo que omitir hacer para ser feliz?

martes, 8 de septiembre de 2009

Quiero un numero...

Llevo numerando y calificando, desde hace millones de años luz. Llevo toneladas de tiempo elevadas a tercera potencia, imaginando el numero-hombre que quiero para mi, para la Numeralia que vive en mi, cuando bajo de los tacones.

Cada vez soy más quisquillosa, sin querer multiplico por cero y a la menor provocación resto y resto. Cada vez los números en su cerebro son más importantes (IQ). Cada vez los números de su cartera son menos importantes ($).

Quiero un número de cabellos revueltos, que juegue scrabble para mí, que por las tardes resolvamos sudokus y en las noches elaboremos complejos tibiri tabaras algebraicos bajos las sabanas, quiero un número que le guste la complejidad cósmica y los detalles simples. Quiero un número que me haga reír proporcionalmente de lo que me haga rabiar.

Y si, tengo un número… un número que no entiende mis números y apenas ríe de mis cabellos revueltos. Mi numeración continua, por que sigo en busca de mi número áureo, aunque de la mano lleve al número que duerme conmigo.