Arrastrándome entre ecuaciones anteriores, me sentí cuando leía todo lo que he escrito en este blog.
A veces creo que no la he pasado nada mal, ayer vi en la televisión a dos antiguos amantes y sonreí. Otras veces creo que he perdido más de lo que pensé que había ganado, apenas recuerdo algunos nombres y he olvidado muchas caras.
Hoy estoy en cero, no, no estoy en cero. Tengo y no tengo un número negativo, circular, gravitacional que simplemente me suspende.. a veces me suspende de ira y otras me suspende la sonrisa. Es un número al que odio profundamente, por que me odio más; por que odio la enferma geometría que me ata a él, quisiera solo multiplicarle por cero y anularle (No logró quitarme estos paréntesis), por que entre ellos (estamos él y yo) y hay un signo de suma y después de resta y después de suma otra vez y de resta y de resta y de resta y de suma y de suma y después no me salen las cuentas, las estúpidas cuentas.
Sé que las matemáticas de los amantes no son así; se que la geometría del amor tampoco es así; se que el volumen del deseo ni se le acerca a esta mierda!; Sé que las estadísticas de las relaciones amorosas tampoco son así! Y lo sé por que las recuerdo, por que alguna vez multipliqué y sumé muy felizmente que ni necesitaba calculadora y hoy estoy hasta la madre de tener tatuado un número maldito en cada nalga!
Estoy cuadrículada de furía, revuelta de quebrados, armada de decimales, quiero pisar todos los enteros y pisarle a él y levantarme yo y volver a pisarle a él. A la mierda las matemáticas y a la mierda también él!... y también yo!
